Qué es un motorreductor DC

Reductor corona sin-fin

En el mundo de la industria existen una gran infinidad de productos y elementos de todo tipo que si bien pueden parecer relativamente de poca relevancia individualmente dada la “limitada” utilidad que generan por sí mismos, dentro del engranaje de una máquina mayor o de un sistema más complejo, estos pequeños elementos acaban formando una parte imprescindible sin la cual no se podrían obtener los resultados, ahora sí de mayor relevancia para una empresa o profesional.

En este caso vamos a hablar de uno de estos pequeños elementos, los cuales como indicábamos, puede parecer que por sí mismos son bastante simples y aunque podemos valorar su función, en ocasiones se nos puede pasar por alto todo lo que pueden llevar a significar en grandes elementos. Nos referimos al motorreductor, un pequeño mecanismo generado hace mucho tiempo y que de hecho es considerado uno de los elementos mecánicos de mayor antigüedad dentro del mundo de la industria, y es que su utilidad no ha decaído en ningún momento y de hecho sigue igual o más vigente que nunca.

¿Qué son los motores reductores de velocidad?

Para quienes desconozcan a que nos referimos cuando hablamos de motorreductor, indicar que se trata de un mecanismo también denominado motorreductor de velocidad que tienen como función principal variar la velocidad, valga la redundancia, de los engranajes o mecanismos que lo componen. Para hacernos una idea, podemos pensar en uno de los aparatos que más cerca tenemos y que por tanto más fácil nos puede ayudar a comprender este elemento. En los relojes de pulsera, aquellos que no son digitales, encontramos diferentes engranajes que sirven para ir moviendo las manecillas que nos indican las horas, así como el minutero o los segundos. Estos engranajes partes de una misma base numérica que es el segundo, el nivel más alto de velocidad lo obtiene el que tiene la mayor tasa de cambios o el cambio en el menor espacio de tiempo posible, en este caso sería el segundero con 60 cambios por minuto. Para poder ejercer el mismo proceso de movimiento en el minutero es necesaria una reducción de la velocidad del segundero, concretamente la velocidad se ha de reducir en 60 veces vs el engranaje anterior, para ello se emplearía un motorreductor de velocidad que pasaría la velocidad del engranaje encargado de mover la aguja del reloj que marca los minutos, 60 veces más lento que la del segundero. Lo mismo ocurriría con el engranaje que se encarga de mover la aguja de las horas del reloj. En este caso nos encontraríamos con un doble motorreductor, el encargado de pasar de segundos a minutos y de estos a horas (3600 veces más lento que el primero).

Con este ejemplo queremos dejar constancia de lo presente que se encuentran estos pequeños elementos en nuestras vidas y sobre todo en el sector industrial. Creados como indicábamos anteriormente a base de engranajes, mecanismos circulares o serrados con diferentes formas y tamaño según las necesidades de cada sistema y sobre todo de los cambios de velocidad pertinentes.

Si bien todo esto supone un interesante punto a favor de su uso industrial, también hay que destacar que uno de los puntos más importantes es justamente el indicado anteriormente, el referente a su grado de personalización y que lo hace por tanto un elemento transversal para un gran número de proyectos de todo tipo y tamaños, ya que en la actualidad se pueden encontrar motorreductores tanto en sistemas con un radio inferior a 5 centímetros como juguetes, etc., como en otros contextos de mucha más envergadura como puede ser su uso en la industria naval.

¿Cuántas tipologías de motorreductores DC hay?

En la actualidad podemos diferenciar entre cuatro grandes grupos o cuatro tipologías de motorreductores de velocidad, los llamados sin fin-corona que emplea una corona dentada con un eje central que le permite hacer una reducción de velocidad mediante el tándem vuelta de tornillo, giro de la corona.

Nuestros Motores y Reductores

Por otro lado encontramos los motorreductores que emplean engranajes para su funcionamiento. En este caso se pueden emplear para la construcción de mecanismos de menores dimensiones que los anteriores, ya que los tamaños de los engranajes son más reducidos que los de las coronas dentadas vistas anteriormente. También suponen para el fabricante un ahorro a nivel energético, lo cual les aporta un gran futuro en la industria dado ese doble interés para los industriales, reducido tamaño y consumo.

También encontramos los llamados reductores planetarios donde en pocas palabras y a modo de resumen, podríamos encontrar dos subcategorías en las cuales se encuentran aquellos motorreductores planetarios que se basan en hélices para su funcionamiento y movimiento de reducción de velocidad, y por otro lado los que emplean un cigüeñal, elemento muy presente en la industria automovilística en particular y del motor en general.

Por último encontramos los reductores cicloidales que incluye en su estructura o diseño los cojinetes de rodillo. En cualquiera de estos cuatro casos vistos, estamos hablando de un objetivo único, reducir la velocidad de los engranajes, de las coronas, etc., que a su vez la traspasan a otros elementos de la máquina en cuestión.

Recordar que si bien es un elemento bastante concreto, la gran variedad de opciones que podemos encontrar en el mercado hace que a la hora de buscar nuestro reductor de velocidad, deberemos tener muy claro por un lado las dimensiones que presenta disponible nuestro proyecto para su instalación, la necesidad de tener presente la capacidad que tendremos para contratar a personal cualificado para su mantenimiento, etc., ya que en caso de no ser así por ejemplo podría ser especialmente útil la utilización de engranajes que son componentes con un mantenimiento más sencillo y económico, así como los materiales que vamos a emplear. En este último aspecto hemos de tener claro que el material condicionará entre otros aspectos, temas como el nivel de soporte frente a la calor, el peso que aportará a la máquina en cuestión, el coste económico que supondrá o incluso el riesgo de avería futura algo, también por ejemplo en casos de relojería, telefonía, etc., el soportar altos niveles de humedad e incluso la corrosión frente al agua serán puntos a tener en cuenta.

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